KIEV, Ucrania — El uso no autorizado de celulares por parte de las tropas rusas causó un letal ataque ucraniano con proyectiles sobre el edificio en el que estaban alojadas, dijo el ejército ruso el martes en la noche, que elevó a 89 el número de víctimas mortales en el incidente del fin de semana.
Las señales telefónicas permitieron a las fuerzas de Kiev “determinar las coordinadas de la ubicación del personal militar” y lanzar el ataque, indicó el teniente general Sergei Sevryukov en un comunicado. Se han tomado medidas no especificadas para “evitar incidentes trágicos similares en el futuro”, dijo Sevryukov , quien prometió castigar a los oficiales responsables de la infracción.
El ataque, uno de los más letales contra las fuerzas del Kremlin desde el inicio de la guerra hace más de 10 meses, ocurrió un minuto después del inicio del año nuevo, afirmó Sevryukov.
Las fuerzas ucranianas dispararon seis proyectiles desde un sistema lanzamisiles HIMARS contra un edificio “en la zona de Makiivka”, donde estaban los soldados. Dos fueron derribados pero cuatro impactaron en el inmueble y estallaron, lo que provocó el derrumbe de la estructura.
En los últimos días se han conicido más detalles del ataque.
Funcionarios de los servicios de inteligencia británicos indicaron el miércoles que las prácticas militares “poco profesionales” de Moscú podrían ser en parte responsables del elevado número de muertos en Makiivka.
“Dado el alcance de los años, hay una posibilidad realista de que se almacenase munición cerca de los alojamientos de los soldados, que estalló durante el ataque, creando explosiones secundarias”, fijo el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña en Twitter.
En la misma publicación, las autoridades británicas señalaron que el edificio alcanzado por los misiles ucranianos estaba a poco más de 12 kilómetros (7,5 millas) de la línea del frente cerca de Avdiivka, en “una de las zonas más disputadas del conflicto.” Tanto Makiivka como Avdiivka, objetivos clave de la incesante ofensiva rusa en la provincia de Donetsk, están a las afueras de su capital homónima.
“El ejército ruso tiene antecedentes de almacenar municiones de forma poco segura desde mucho antes de esta guerra, pero este incidente pone de manifiesto cómo las prácticas poco profesionales contribuyen al alto número de bajas de Rusia”, añadió.
Por su parte, el líder designado por el Kremlin para la región de Donetsk, una de las cuatro que Moscú se anexionó de forma ilegal en septiembre, alabó el miércoles el “valor y el verdadero heroísmo” de los soldados rusos muertos.
En un mensaje en Telegram, Denis Pushilin afirmó que algunas de las víctimas trataron de sus compañeros del edificio en llamas.
Los residentes de Samara, en el suroeste de Rusia, participaron el martes en una misa ortodoxa por los fallecidos. Después se guardó un minuto de silencio y se depositaron flores en un monumento de guerra de la era soviética, reportó la agencia estatal RIA Novosti.
Informaciones no confirmadas publicadas en medios en lengua rusa dijeron que las víctimas eran reservistas movilizados de la región.
En una rara admisión de bajas, el Ministerio de Defensa ruso dijo en un primer momento que había 63 soldados muertos. Pero a medida que los equipos de emergencias revisaban los escombros, la cifra de víctimas subió. El subcomandante del regimiento era uno de los fallecidos.
Otros reportes no confirmados contemplan una cifra de fallecidos mucho más alta.
La Dirección de Comunicaciones Estratégicas de las Fuerzas Armadas de Ucrania afirmó el domingo que unos 400 soldados rusos murieron en una escuela de formación profesional en Makiivka y unos 300 más resultaron heridos. Esta afirmación no pudo ser verificada de forma independiente.
El ataque fue otro revés para los estancados esfuerzos bélicos del Kremlin en Ucrania, que en los últimos meses se han visto socavados por la contraofensiva de las fuerzas de Kiev. El incidente ha suscitado nuevas críticas internas a la forma en la que Rusia está librando la guerra. (THE SAN DIEGO UNIO-TRIBUNE).