MADRID – España está recurriendo en gran medida al costoso gas natural para satisfacer sus necesidades energéticas, justo ahora que Europa lucha por reducir el consumo y evitar el racionamiento. La demanda de gas para generar energía aumentó un 126% en julio en comparación con el mismo mes del año anterior, según el operador de red Enagas. Al mismo tiempo, las importaciones de gas natural procedente de Rusia han crecido un 32,9% (dato de junio), hasta los 8.751 gigavatios hora (GWh), su nivel mensual más alto desde que la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) dispone de registros, esto es, 2004.
La generación combinada de calor y energía, o CHP, que es capaz de optimizar la producción al producir tanto electricidad como energía térmica, representó solo el 4% de la combinación energética del país, frente al 10% del año anterior.
La disminución de CHP está ejerciendo presión sobre las industrias, que van desde alimentos y papel hasta refinación y productos químicos, que habían invertido en aprovechar la tecnología. Mientras tanto, esa menor producción está siendo compensada por una mayor generación de tecnologías menos eficientes y más contaminantes, como el ciclo combinado de gas y, en menor medida, el carbón.
«La situación es grave», asegura Roger Medina, economista de la Escuela de Economía de Barcelona. «Una caída en CHP reduce la eficiencia, aumenta la contaminación y tiene un impacto directo en la producción industrial», en declaraciones a la agencia Bloomberg.
La participación del ciclo combinado y el carbón en la generación eléctrica total española se duplicó con creces en julio, alcanzando el 32% y el 3,3%, respectivamente. Con todo, las tecnologías emisoras de CO2 representaron el 42% del mix total de España, un aumento de 11 puntos porcentuales respecto al mismo mes del año anterior. La dura sequía que redujo a la mitad la producción hidroeléctrica también contribuyó a esa tendencia.
Importaciones de Rusia
Por otro lado, aparecen las importaciones. Según los datos publicados este miércoles por Cores, Rusia fue el segundo proveedor de España ese mes, al ser el origen del 24,4% del gas recibido en esas fechas, sólo por detrás de los 10.618 GWh de Estados Unidos, que se consolidó como principal suministrador, con el 29,6% del total.
De acuerdo con el histórico por áreas geográficas y países, el anterior récord de importaciones desde Rusia se marcó justo un año antes, en junio de 2021, cuando llegaron a los 6.587 GWh, transportados en forma de gas natural licuado (GNL).
En mitad de la crisis diplomática con España a cuenta del cambio de postura de Madrid respecto al Sáhara Occidental, Argelia se situó en la tercera posición, con 7.762 GWh, el 21,6% del total, si bien este volumen fue cerca de un 53% inferior al registrado un año antes.
Durante junio, las importaciones de gas natural, con independencia del origen, crecieron un 5,3%, hasta los 35.883 GWh, de los que el 77% llegó como GNL, y el 23% restante, a través de gasoducto.
Importaciones de GNL
Los datos acumulados muestran además una evolución imparable de las importaciones de GNL, que permiten la llegada de esta materia prima en barcos, las cuales se han disparado cerca de un 67% en el primer semestre del año, coincidiendo con el peso creciente de Estados Unidos.
De hecho, América del Norte representa el 34% de las importaciones totales realizadas entre enero y junio, según la estadística de Cores, que sitúa a Rusia como cuarto proveedor en lo que va de ejercicio.
Teniendo en cuenta el volumen total de estas operaciones, España ha importado en los seis primeros meses del año 226.594 GWh, un 13,9% más que en el mismo periodo de 2021.
De este porcentaje, el 73%, 165.868 GWh, llegó en forma de GNL a través de barcos metaneros, una fórmula que creció un 66,9% en términos interanuales, mientras que el resto, 60.726 GWh, lo hizo como gas natural, por gasoducto, técnica que cae un 39%.
Esta evolución del acumulado anual se explica por la diversificación de las procedencias de esta materia prima, principalmente originaria en los últimos meses de Estados Unidos, que ya ha enviado hacia España 78.156 GWh en el primer semestre.
A pesar de los desencuentros políticos, los contratos preexistentes con Argelia mantienen a este país como segundo proveedor en este 2022, con 56.062 GWh, canalizados, en su mayoría, por medio de gasoducto.
Acto seguido se encuentran Nigeria, con 31.473 GWh, casi un 50% más que en el primer semestre del año anterior, y Rusia, con 24.016 GWh, un 12,2% más, en mitad del escenario crítico dibujado en Europa a raíz de la invasión de Ucrania.
¿Dónde exportamos?
También crecieron en junio las exportaciones de gas natural, un 6,1%, hasta los 4.087 GWh, de los que 80,7% fue por gasoducto y el 19,3% restante, como GNL.
Una vez más, Francia fue el principal destino de las exportaciones, con 3.181 GWh, el 77,8% del total, y por primera vez se llevó gas a Marruecos, 60 GWh.
En el acumulado anual las exportaciones de gas natural alcanzan los 29.996 GWh, tras aumentar un 99,3%.