Más de 250,000 pasajeros ingresaron a través de las fronteras chinas este domingo, el primer día en el que las autoridades volvieron a permitir la entrada en el país sin necesidad de someterse a una cuarentena anti-covid obligatoria, informa el diario oficial China Daily.
Según datos de la Administración General de Aduanas, el gigante asiático registró un total de 251,045 entradas en el país desde otros territorios.
La cifra contrasta todavía con la media de unos 945,300 ingresos diarios al país registrada en el primer trimestre de 2019, según cifras de la Administración Nacional de Inmigración citadas por Bloomberg.
Concretamente, este domingo accedieron a China 396 buques, 325 vuelos, 6,323 camiones y 83 trenes.
A comienzos de diciembre, las autoridades comenzaron a desmantelar la política de ‘cero covid’, que consistía en confinamientos donde se registrasen casos, el cierre prácticamente total de las fronteras, el aislamiento de todos los infectados y sus contactos cercanos y pruebas PCR constantes a la población.
La relajación de las restricciones precedió a una ola de contagios sin precedentes en el país asiático, que provocó escenas de gran presión hospitalaria en varias ciudades.
La rápida propagación del virus por el país ha sembrado dudas sobre la fiabilidad de las cifras oficiales, que solo han informado de un puñado de fallecimientos recientes por la enfermedad pese a que localidades y provincias han calculado que una proporción significativa de sus poblaciones -en algunos casos, hasta un 90%- se ha contagiado.
Este domingo, la covid dejó de ser gestionada en China como una enfermedad de categoría A -nivel de máximo peligro y para cuya contención se exigen las medidas más severas- para convertirse en una de categoría B, que contempla un control más laxo, marcando así en la práctica el fin de la política de ‘cero covid’, retirada por las autoridades después de que se produjesen protestas.