Las elecciones presidenciales en Venezuela están previstas para 2024, pero desde ya la oposición anunció que comenzará un proceso que permita la escogencia de un candidato único.
El procedimiento será a través de unas primarias que se realizarán en 2023, de acuerdo con la información suministrada este lunes por la Plataforma Unitaria de Venezuela, que agrupa a los principales partidos de la oposición.
“La candidata o candidato presidencial de las fuerzas democráticas será elegido por un amplío y plural proceso de primarias que se realizará en el año 2023″, señaló en un comunicado de prensa.
Agregó que para cumplir con ese propósito, “a partir de este momento daremos inicio a un profundo proceso de consultas con todo el país a los fines de construir juntos este poderoso mecanismo para la escogencia de la candidata o candidato unitario”.
La dirigencia de la oposición reafirmó, así mismo, su unidad al reiterar que “la lucha unitaria tiene como objetivo fundamental lograr el cambio político, entendiendo, que es el único camino verdadero para detener el sufrimiento de millones de venezolanos”.
El proceso de construcción de este procedimiento de escogencia del candidato único de la oposición fue acordado durante una reunión que sostuvieron en Panamá, entre otros, Leopoldo López, de Voluntad Popular; Julio Borges, de Primero Justicia; Luis Aquiles Moreno, de Acción Democrática; Roberto Enríquez, de Copei; Delcy Solórzano, de Encuentro Ciudadano; Biagio Pirelli, de Convergencia, según señalaron fuentes que tuvieron acceso al encuentro.
De la Plataforma Unitaria de la oposición hacen parte, al menos, 30 partidos que se oponen al chavismo y respaldan la figura del gobierno interino de Juan Guaidó, diputado de Voluntad Popular, quien juró en 2019 como presidente del país y fue reconocido por más de 50 países.
Las próximas elecciones presidenciales se realizarán 2024, cuando se cumple el período constitucional de seis años de Nicolás Maduro, quien fue reelegido en 2018.
Así, mismo, la oposición acordó nombrar como secretario ejecutivo de su Plataforma Unitaria a Omar Barboza, diputado, expresidente del Parlamento e histórico dirigente del partido Acción Democrática, que desde hace dos décadas forma parte del movimiento, Un Nuevo Tiempo.
Demócratas progresistas piden a Biden levantar sanciones contra Venezuela
Entre tanto, 18 legisladores del ala izquierda del Partido Demócrata de Estados Unidos pidieron al presidente Joe Biden levantar las sanciones contra Venezuela y continuar dialogando con el gobierno de Nicolás Maduro, mientras un influyente senador republicano urgió al mandatario a no cambiar la política hacia Caracas.
Otro bloque del Congreso se opuso a esta petición. Raúl Grijalva y Jesús “Chuy” García, y el senador republicano de Florida, Marco Rubio, se lo hicieron saber en sendas misivas al mandatario.
En una carta, los demócratas progresistas afirman que las medidas punitivas contra Venezuela de la anterior administración republicana de Donald Trump solo sirvieron para “exacerbar” la crisis humanitaria en la otrora potencia petrolera.
Y exhortan a Biden a continuar el “compromiso constructivo” de la Casa Blanca hacia Venezuela, luego que el viaje en marzo de altos funcionarios de Washington a Caracas permitiera la liberación de dos estadounidenses detenidos allí desde hacía años, así como el aparente compromiso de Maduro de reiniciar el diálogo con la oposición, suspendido desde octubre.
“Está claro que las sanciones amplias no han logrado sus objetivos”, señalaron. “A la luz de esto, y de los terribles costos humanos incurridos, le instamos a que levante todas las sanciones financieras y sectoriales de Estados Unidos que exacerban la situación humanitaria”.
Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Pramila Jayapal y Rashida Tlaib, conocidas por sus posiciones de izquierda, están entre los firmantes de la carta.
De su lado, Rubio instó a Biden a “comprometerse a que no habrá cambios en la política de Estados Unidos mientras Maduro continúe bloqueando elecciones libres y justas”, según una carta del 12 de mayo.
Estados Unidos y Venezuela rompieron relaciones diplomáticas a principios de 2019, tras la reelección de Maduro en cuestionados comicios.
Washington reconoció entonces como presidente interino al jefe del Legislativo, el opositor Juan Guaidó, e impuso una batería de sanciones para forzar la salida de Maduro, incluido un embargo de facto al petróleo venezolano vigente desde abril de 2019.
Rubio, uno de los arquitectos de la política de máxima presión de Trump contra Maduro, también pidió a Biden “reafirmar públicamente” el reconocimiento a Guaidó. Y deplora por “tontas” las conversaciones de la delegación estadounidense en Caracas, liderada por el asesor para las Américas en el Consejo de Seguridad Nacional de Biden, Juan González.
Este viaje se produjo luego de que Estados Unidos prohibiera las importaciones de petróleo ruso por la invasión rusa de Ucrania, lo cual alimentó especulaciones de que Estados Unidos podría reanudar la compra de crudo venezolano, algo descartado luego por la Casa Blanca.
En marzo, Rubio y el poderoso senador demócrata Bob Menéndez criticaron el acercamiento de Washington a Caracas y se opusieron firmemente a recurrir al “dictador” Maduro por petróleo.
Además de ser investigado por crímenes de lesa humanidad, Maduro fue inculpado de “narcoterrorismo” por la justicia de Estados Unidos, donde se ofrece una recompensa de 15 millones de dólares por su captura.
Vía: MSN.