Casi después de un año de sanciones antirrusas y los intentos de reemplazar la energía procedente de Rusia, la Unión Europea (UE) no pudo excluir por completo al gigante euroasiático de su mercado energético. Expertos explicaron a Sputnik por qué la demanda de productos energéticos rusos en Europa permanece alta.
Así, Marcel Salikhov, presidente del Instituto de Energía y Finanzas ruso, aseguró a Sputnik que es imposible desplazar a Rusia del mercado energético ni en un año, ni a largo plazo.
«Obligar a Rusia a salir del mercado energético mundial es por definición imposible. Ni en un año, ni en dos, ni a largo plazo», dijo.
Salikhov recordó que Rusia «aportó en 2021 cerca del 17% del comercio mundial de petróleo y el 25% del comercio mundial de gas natural» y destacó que «Rusia es el tercer mayor proveedor de carbón del mundo». Sin embargo, según el experto, la participación de Rusia puede disminuir debido a que «los suministros a mercados alternativos están relacionados con una logística más costosa».
«No somos los únicos jugadores en este campo, pero ninguna otra potencia de petróleo y gas puede reemplazar tales volúmenes», subrayó.
Por su parte, Yuri Pilipson, jefe del cuarto departamento europeo del Ministerio de Exteriores, declaró que la demanda de productos energéticos rusos en Europa permanece alta.
«Ahora no hay que hablar de la expulsión de Rusia de los mercados europeos, la demanda de los productos energéticos [rusos] sigue siendo alta», dijo Pilipson en una entrevista con Sputnik.
Al mismo tiempo recordó que a finales de abril Bulgaria se negó a pagar en rublos al gigante gasístico ruso Gazprom, lo que empeoró significativamente la situación con el gas en ese país.
«No vemos una justificación económica clara para tales acciones: aumentan los gastos, aparecen los riesgos de falta de volúmenes necesarios», señaló.
El diplomático indicó que el plan para realizar los pagos, propuesto por Rusia, fue transparente, simple y confiable, y agregó que muchas empresas europeas están utilizándolo.
«Lamentamos que las autoridades búlgaras hayan elegido otro camino», añadió.
El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció el 23 de marzo que los países a los que Moscú califica de ‘hostiles’, entre ellos los 27 miembros de la Unión Europea, tendrán que pagar en rublos por el gas ruso y pidió al Banco Central y al Gabinete de Ministros determinar el procedimiento para realizar esas transacciones. A partir del 1 de abril, Rusia interpreta como incumplimiento de los compromisos contractuales la negativa de Estados ‘hostiles’ a pagar los suministros en rublos.
Numerosos países condenaron operación rusa en Ucrania y apoyan a Kiev con suministros de armas, donaciones, ayuda humanitaria y sanciones contra Moscú. Para el presidente ruso, Vladímir Putin, la política de contención frente a Rusia forma parte de la estrategia a largo plazo de Occidente, cuyas sanciones asestan un duro golpe a la economía mundial.
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