El gobierno del presidente argentino Javier Milei ratificó este lunes su pleno apoyo a Israel tras el ataque de Irán y descartó que esa postura convierta al país sudamericano en blanco de atentados terroristas como los que sufrió en 1994 y 1992, que han sido atribuidos a ese país islámico.
En tanto, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador pidió que “ya no haya respuesta de Israel a Irán, que queden las cosas como están porque, si no, es escalar el conflicto”.
“No considerarnos que el ponernos de frente ante un problema que tiene el mundo nos haga ser un blanco o que cambie la situación en un país que ya tuvo dos atentados”, dijo el portavoz presidencial Manuel Adorni a periodistas sobre las consecuencias que puede acarrear para Argentina su alineamiento con Israel.
El funcionario añadió que «el terrorismo siempre busca dañar lo más débil y eso incluye a todo el planeta y no a nosotros, y tampoco cambia nuestra posición ante algo tan razonable como es defender el mundo libre”.
Argentina fue blanco de dos atentados contra su extensa comunidad judía. En 1992 una bomba destruyó la embajada de Israel en Buenos Aires y dos años después otra explosión demolió la sede de un centro judío en la capital. Ambos ataques, que causaron más de un centenar de muertos, son atribuidos por la justicia argentina al régimen iraní con la ayuda material de la milicia Hizbulá.
Irán lanzó docenas de drones y misiles balísticos hacia Israel el sábado por la noche en una represalia sin precedentes que acerca al Oriente Medio a una guerra regional.
Milei, que se encontraba en el exterior cuando se produjo el ataque, suspendió un viaje a Dinamarca y regresó a Argentina el domingo para formar un comité de crisis por el ataque.
El líder de la Libertad Avanza, un ultraliberal de extrema derecha, ha sellado una alianza estratégica con Israel y Estados Unidos luego de llegar a la presidencia hace poco más cuatro meses.
Adorni precisó que han sido reforzadas las medidas de seguridad en Argentina, incluyendo un mayor control en las fronteras, sin dar más detalles.
“Nuestros equipos de defensa están en permanente contacto con las agencias internacionales para monitorear la situación y coordinar políticas de seguridad interior”, indicó el funcionario.
En su conferencia matutina, López Obrador matizó que la postura de México no es “definitiva” pero que el planteamiento es “no condenar a ninguna de las partes sino buscar el diálogo y el que cese la guerra” con mayor participación de Naciones Unidas para hallar “una solución de fondo para que cese el fuego”.
“Ojalá las autoridades (israelíes), como una muestra de buena voluntad, no lleven a cabo una represalia por lo que hizo Irán” porque lo contrario sería “escalar el conflicto a una situación muy riesgosa”, agregó. “La guerra es irracional, sinónimo de sufrimiento y muerte, no beneficia a nadie, ni siquiera a los magnates… a los gobernantes belicistas”, dijo repitiendo una publicación que lanzó en la red social X, antes Twitter, el sábado por la noche.
Según agregó, México ya ha tenido comunicación con los mexicanos en el Oriente Medio, unas 1.400 personas. “Nos reportan que todos están bien”.