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jueves, abril 25, 2024

Aumentan contagios tras suspensión de la política de ‘covid cero’ de Xi Jinping

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Roma (AsiaNews) – Las autoridades chinas dejaron atrás la política de «Covid cero» de Xi Jinping, tras las masivas protestas de las últimas semanas en varias ciudades importantes del país. El gobierno suspendió los hisopados masivos y las medidas de confinamiento que se venían aplicando reiteradamente. Incluso los medios de comunicación oficiales han cambiado su postura, afirmando que la variante Omicron del coronavirus es similar a la gripe. El aumento de los contagios y la falta de medicamentos suponen un nuevo reto para la dirigencia comunista.

Antes del cambio de rumbo, las autoridades defendían la eficacia de las cuarentenas. Los periódicos y la televisión estatal cuestionaban la alternativa de «convivir» con el Covid-19, haciendo hincapié en los riesgos que supone el virus. Las medidas de aislamiento estricto tuvieron un fuerte impacto en la economía y el empleo. El descontento fue en aumento a medida que las personas en confinamiento se quedaban sin dinero, y sin poder acceder a alimentos y artículos de primera necesidad.

Durante las protestas, los manifestantes exigieron a las autoridades que cesaran las medidas para la erradicación del Covid, pero también reclamaron derechos políticos como la libertad y la democracia. El régimen tuvo que hacer frente al mayor reto desde la represión del movimiento democrático de Tiananmen en 1989. En señal de protesta, los jóvenes y estudiantes agitaron hojas de papel en blanco, convirtiéndolas en símbolo del movimiento.

En algunas ciudades como Wuhan (Hubei) y Guangzhou (Guangdong), los manifestantes derribaron las vallas que aislaban zonas en cuarentena y se enfrentaron a la policía antidisturbios. Las autoridades han levantado varias restricciones, pero la policía sigue buscando a los manifestantes, y varios jóvenes están desaparecidos. Aunque las protestas masivas han cesado en el país, los estudiantes chinos que residen en el exterior continúan manifestándose.

Por el momento, el Gobierno dejó de mencionar la política de cero Covid, pero promete “optimizar” constantemente las medidas sanitarias. Los restaurantes y centros comerciales han reabierto sus puertas y la gente ya trabaja con normalidad. Se aconseja a los pacientes con síntomas leves que permanezcan en su domicilio pero no se los obliga a permanecer en cuarentena en las instalaciones públicas designadas.

Los chinos corren a las farmacias a comprar antigripales y el precio de algunos medicamentos se ha disparado. Según los medios de comunicación, la gente hace cola fuera de las farmacias para adquirir medicamentos para combatir la tos y la fiebre y mascarillas. Las autoridades suspendieron los hisopados para los conductores de vehículos de carga. Durante los periodos de cierre, la policía había establecido puestos de control para realizar tests a los camioneros, lo que provocó un caos en la logística.

Según las estadísticas publicadas por el gobierno chino, la cifra de contagios cayó la semana pasada, pero los analistas afirman que el número de casos es mucho mayor que el de los conteos oficiales, ya que las autoridades han cancelado los tests masivos. El Beijing Daily reveló que las llamadas solicitando ambulancias han superado la capacidad de respuesta de las líneas directas. El Centro Médico de Emergencias de Beijing sugiere a las personas con síntomas leves que eviten llamar para poder priorizar la atención de los pacientes más graves.

El aumento de casos está poniendo en jaque el sistema de salud. En Internet circulan videos que muestran a la gente haciendo largas colas a las puertas de los hospitales; se asegura que están aumentando los contagios entre médicos y personal sanitario, comprometiendo la capacidad de respuesta del sistema de salud.

Presionadas por las protestas y la situación económica, las autoridades chinas decidieron adoptar un enfoque más pragmático para hacer frente a Covid. Sin embargo, ello acarrea riesgos potenciales: la tasa de vacunación entre la población anciana es baja y no hay suficientes unidades de cuidados intensivos.

En los últimos tres años, los gobiernos locales han tenido que lidiar con la carga financiera de los hisopados masivos y las instalaciones gubernamentales de cuarentena. Según fuentes de la prensa, las empresas que realizan los tests continúan recibiendo ingentes sumas del gobierno. Algunos vídeos online publicados recientemente muestran al personal encargado de los hisopados y a los guardias de los centros de cuarentena protestando por los salarios atrasados.

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