La economía brasileña creció un 0.9% en el segundo trimestre del año con respecto a los tres meses anteriores, impulsada por el sector industrial y de servicios, informó este viernes el Gobierno.
El resultado superó las expectativas del mercado, que esperaba una expansión del producto interno bruto (PIB) brasileño próxima a cero.
En comparación con el segundo trimestre de 2022, la mayor potencia de América Latina creció un 3.4% entre abril y junio pasados, de acuerdo con los datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Así, en los primeros seis meses de 2023 acumula un alza del 3.7%, mientras que en la comparación interanual el crecimiento es de 3.2%.
La subida del segundo trimestre fue positivamente impactada por la industria y los servicios, que aumentaron un 0.9% y un 0.6%, respectivamente, frente a los tres primeros meses del año.
El sector servicios tiene un peso fundamental en la economía brasileña, ya que representa alrededor de un 70% del PIB del país.
También presentó un buen resultado el consumo de las familias, que se incrementó un 0.9% en el trimestre, favorecido por “la mejoría del mercado de trabajo, el crecimiento del crédito y varias medidas del Gobierno, como incentivos fiscales, subsidios sociales y planes para reducir el precio de los automóviles”, según el IBGE.
La nota negativa la puso el sector agropecuario, que retrocedió un 0.9% frente a los tres primeros meses del año, mientras que la inversión se estancó con un alza de apenas un 0.1%.
A pesar del sorprendente crecimiento del segundo trimestre, el resultado indica una desaceleración con respecto al primer trimestre, cuando el PIB brasileño creció un 1,8 %, tendencia que se espera que se acentúe a lo largo del segundo semestre.
Según las previsiones del mercado y el Gobierno, Brasil crecerá este año, el primero bajo el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, entre un 2.3 y un 2.5%, porcentaje inferior a los registrados en 2021 (5.0%) y 2022 (2.9%).