El plan diseñado por el Gobierno y la banca para aliviar la situación de hipotecados vulnerables y de clase media con problemas de pago podría llegar a tener unos 200.000 beneficiarios, muy por debajo de los «más de un millón de hogares vulnerables o en riesgo de vulnerabilidad» que anunció el Ejecutivo el pasado noviembre y apenas un 5,4% de las en torno a 3,7 millones de hipotecas referenciadas al euríbor. Así lo ha estimado este miércoles el Banco de España, que también ha calculado que el capital pendiente de amortizar por dichos hipotecados estaría algo por encima de los 16.400 millones de euros, un 3,2% de los 506.157 millones en hipotecas pendientes de pago (4,6% de las que están a tipo variable o mixto).
El propio Gobierno admitía el pasado otoño que la cifra del millón de beneficiarios que anunció era una estimación del total de beneficiarios potenciales, no de los previsibles. Así lo ha constatado ahora el organismo supervisor gobernado por Pablo Hernández de Cos en su último informe de estabilidad financiera, en el que también ha rebajado la cifra de potenciales beneficiarios desde ese millón anunciado en noviembre hasta algo por encima de los 549.000, un 45% menos. Las diferencias se deben a que el Ejecutivo basó sus cálculos en una subida del euribor superior a la que se ha producido hasta ahora, así como a que posteriormente a sus estimaciones se publicó una nueva edición de la encuesta financiera de las familias, sobre la que se basan los cálculos.
Menos beneficiarios potenciales
Ante una subida del euríbor de cuatro puntos porcentuales similar a la que se ha producido desde el año pasado, ha calculado el Banco de España, la reforma del código de buenas prácticas de 2012 (para vulnerables) haría que se pudieran beneficiar casi 218.000 hogares, 73.000 más que en la versión previa, con un capital pendiente de amortizar de unos 17.900 millones, 4.800 millones más. Además, el código temporal para clases medias -vigente hasta el cierre de 2024- podría beneficiar a hasta unos 549.000 hogares, 404.000 más que el código de 2012, con un capital pendiente de 46.900 millones, unos 37.700 millones más.
Esos 218.000 y 549.000 darían una suma de beneficiaros potenciales de 767.000 familias, ya de por sí notablemente inferior al millón de hogares anunciado por el Gobierno. Pero es que además el Banco de España ha advertido de que «no deben sumarse el número de hogares elegibles bajo estas dos modalidades», ya los hogares vulnerables elegibles para el código de 2012 reformado «también lo será de forma general» para el nuevo código temporal de clases medias, pudiendo optar por uno y otro. En realidad, la mayoría de los 218.000 están incluidos en los 549.000, con lo que la cifra final sería solo un poco más alta que esta.
El mismo criterio es aplicable para las cifras de beneficiarios esperables. «Es previsible también que no todos los hogares que pueden acogerse al Código de Buenas Prácticas finalmente lo soliciten y, además, la adhesión a él no será efectiva para todos los solicitantes. Es necesario ajustar las expectativas del número de hogares que se podría acoger», advierte el Banco de España, que ha hecho sus cálculos a partir de los beneficiarios que tuvo el código desde su creación en 2012.
Si se repitiesen los números de los dos años en los que hubo más beneficiarios (2015 y 2016), un 64% de los hogares elegibles solicitaría acogerse a las medidas, pero solo un 35% lo lograría. Ante la citada subida de cuatro puntos porcentuales del euríbor, ello implicaría que unos 193.000 hogares se beneficiaran ahora del plan para clases medias, con un capital pendiente de pago de 16.400 millones, mientras que la reforma del código para vulnerables aplicaría a unos 76.000 hogares con una deuda de 6.300 millones. En cambio, si se repitiesen las cifras de los años con menos beneficiarios (2019 y 2020), habría 26.000 hogares con 2.200 millones y 10.000 hogares con 800 millones, respectivamente. De nuevo, no se podrían sumar ambos colectivos y la cifra final estaría algo por encima de los 193.000, es decir, rondando los 200.000.
Beneficio limitado
El Banco de España estima que la cifra de beneficiarios esperables podría ser incluso inferior a la que se desprende de los datos de 2015 y 2016. Lo justifica en que el desendeudamiento de los hogares tras el estallido de la burbuja inmobiliaria (-23,7% del saldo de hipotecas desde 2022) «limita en alguna medida el nivel absoluto del volumen de deuda afectado por los Códigos Buenas Prácticas». También apunta que la «reducción del peso sistémico del sector inmobiliario en la última década y unos criterios más prudentes de concesión de hipotecas contribuyen a limitar el impacto agregado de los programas de apoyo a los deudores con garantía inmobiliaria».
Asimismo, el supervisor calcula que las medidas del plan hipotecario tendrán previsiblemente un «efecto de estímulo en el corto plazo» sobre el consumo y el nivel de actividad económica. La contrapartida de algunas de estas medidas, advierte, sería sin embargo un «mayor nivel de endeudamiento de los hogares durante un mayor tiempo, y un aumento de los gastos de interés en el largo plazo». También podrían tener «implicaciones» en forma de un menor acceso de estos hogares a nuevas operaciones de crédito en el futuro.
El organismo supervisor, por otra parte, ha calculado que la subida de 400 puntos básicos del euribor, una vez se traslade completamente al crédito (por ahora solo lo ha hecho en un 30%), podría incrementar el número de hogares endeudados en situación vulnerable (pago de intereses superior al 40% de la renta) de forma notable. Así, pasarían de ser el 10,4% del total (1,19 millones) al 13,9% (375.000 más, hasta los 1,56 millones).