- Advertisement -spot_img
12.3 C
New York
viernes, abril 19, 2024

El curioso desajuste laboral de China: sobran universitarios y faltan muchos ‘curritos’

- Advertisement -spot_img

China está a punto de alcanzar la ‘orilla’ del mundo desarrollado. Según las previsiones del Fondo Monetario Internacional, su renta per cápita en paridad de poder adquisitivo superará este año los 22.000 dólares que marcan esa frontera. Pese a no haber alcanzado todavía de forma oficial esa meta soñada, China ya sufre muchos de los problemas de los países avanzados (envejecimiento, bajo crecimiento de la productividad, sectores muy endeudados…). Entre estos problemas, hay uno que es realmente curioso: a China le sobran universitarios y le faltan ‘curritos’. Este es un problema típico de economías muy avanzadas, pero que curiosamente ha ‘atacado’ a China antes de lo previsto, generando una divergencia en el mercado laboral preocupante y peligrosa.

El ‘gigante asiático’ parece haber dejado atrás el conocido punto de inflexión de Lewis (Lewis turning point), para adentrarse ya en una etapa más madura de desarrollo laboral.

El punto de inflexión de Lewis se alcanza cuando una economía se ha desarrollado lo suficiente como para absorber en el sector manufacturero a toda la población rural. Los expertos coinciden en que China superó este punto entre 2011 y 2013.

Ahora, el mercado laboral muestra otras necesidades: hay un exceso de universitarios y, por el contrario, se necesitan trabajadores para oficios manuales con cierta cualificación, blue collar jobs o dicho de una forma llana y sencilla: ‘curritos’. Pocos jóvenes y muy formados, junto a una escasa inmigración, dejan a estos oficios manuales en una situación compleja.

El paro se ceba con los jóvenes

Mientras que hay escasez de ‘curritos’, los universitarios tienen problemas para encontrar trabajo. Una encuesta del Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social de China destacaba que el 72,2% del desempleo urbano afectaba a personas de entre 20 y 24 años con un título universitario. Cuando este ratio era del 56% en 2017. La tendencia viene de lejos, pero en los últimos años se ha agudizado. Además, desde Goldman Sachs afinan el tiro y aseguran que los jóvenes que están optando por acudir a escuelas vocacionales (en lugar de la universidad) eligen formaciones en educación o deportes, cuya demanda en el mercado laboral es débil.

Esto, a su vez, está generando una peligrosa divergencia en el mercado laboral chino. Tommy Wu, economista de Commerzbank, analizaba el último dato oficial: «Aunque la tasa general de desempleo se redujo aún más hasta el 5,2% en abril desde el 5,3% anterior, la tasa de desempleo juvenil aumentó hasta un máximo histórico del 20,4%». Esto muestra que la economía todavía está luchando por absorber los nuevos trabajadores cualificados que salen de las universidades, mientras que varios sectores tienen problemas para encontrar trabajadores de ‘cuello azul’ (los que realizan trabajos manuales y que no están relacionados directamente con la informática u otros tipos de digitalización).

Los economistas de BCA Research publicaron un estudio en abril que destacaba «la existencia de un desajuste estructural entre la oferta y la demanda laboral en varios segmentos de la fuerza laboral y las industrias en China. El desequilibrio más importante abarca el alto desempleo entre los graduados universitarios y la grave escasez de mano de obra manual».

Salvo que se produzca una revolución tecnológica total o una oleada de inmigrantes, China va a tener problemas en el futuro para cubrir puestos de trabajo básicos. Todo está generando «un agudo desequilibrio estructural entre la oferta y la demanda de mano de obra en China», señalan los analistas de BCA Research.

«Por un lado, los jóvenes graduados (están aumentando con rapidez) están teniendo dificultades para encontrar trabajo y su tasa de desempleo es muy alta. Por otro lado, hay una escasez de trabajadores de cuello azul en la industria y otros sectores… De hecho, la escasez de mano de obra en China se concentra principalmente en trabajos manuales. La brecha entre la oferta y la demanda para los trabajadores manuales se ha ampliado significativamente en los últimos años. Sin embargo, la relación entre la oferta y la demanda para todos los empleados se ha mantenido estable, lo que implica que la relación para los trabajadores dedicados a las tareas manuales se ha reducido», sentencian los analistas de BCA Research.

Más datos reveladores sobre esta cuestión llegan desde otras fuentes especializadas en información laboral. Un informe reciente publicado por el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social de China (MOHRSS) revelaba que, al menos, el 56% de las vacantes laborales fueron para trabajadores de cuello azul. Críticamente, el grupo de trabajadores de cuello azul seguirá reduciéndose debido al flujo reducido de nuevos entrantes y la gran ola de trabajadores que se jubilarán en los próximos años.

Por un lado, la afluencia de nuevos trabajadores migrantes a las ciudades ha disminuido significativamente durante la última década y se prevé que disminuya en el futuro. La principal razón es que China ya es un país industrializado, lo que está generando una mayor igualdad en las condiciones de vida entre el campo y la ciudad. Hace años, marcharse a la ciudad generaba una prima salarial muy elevada. Ahora, la China rural, aunque sigue siendo mucho más pobre, ofrece ciertas ventajas y oportunidades a los chinos. Además, «el gobierno continúa realizando esfuerzos para promover la revitalización rural. Eso desalentará aún más a la generación más joven a migrar a las zonas urbanas», aseguran desde BCA Research.

Cada vez hay menos jóvenes y los que hay optan por una formación universitaria o deciden quedarse en sus zonas de campo o rurales frente a la migración masiva del pasado. Esos jóvenes de zonas rurales eran los que realizaban los trabajos manuales en las ciudades de China. Ese éxodo rural alimentaba, sobre todo, a las fábricas, pero también eran una fuente de mano de obra abundante para la construcción, carpintería, fontanería, tareas relacionadas con la electricidad, etc.

Un desequilibrio que va a más

En general, la deficiencia de trabajadores cuello azul, especialmente en la manufactura, la construcción y algunos tipos de servicio, será todavía más pronunciada en la próxima década. El Ministerio de Educación predice que habrá una escasez de 30 millones de trabajadores de este tipo para 2025.

Ya parece demasiado tarde para encontrar una solución eficaz, puesto que la formación profesional está muy por detrás de la curva. «El gobierno ha promovido la educación vocacional para paliar el déficit estructural de los trabajadores manuales, pero el resultado ha sido decepcionante. El número de nuevos graduados de varias escuelas vocacionales fue de 2,3 millones en 2022, un 35% menos que su pico en 2010«, apunta el informe.

Este número de graduados de escuelas vocacionales (alrededor de dos millones por año) contrasta con los 4,7 millones de trabajadores migrantes que se jubilarán cada año durante los próximos diez años. Obviamente, queda un largo camino por recorrer para resolver la escasez de mano de obra de cuello azul mediante la promoción y expansión de la formación profesional.

Los jóvenes chinos, al igual que sucede en países avanzados, no quieren ocupar este tipo de vacantes que requieren un trabajo que es exigente a muchos niveles. «Los trabajos de cuello azul, generalmente, pagan salarios más bajos que los de cuello blanco (por ahora), son más exigentes físicamente y tienen entornos de trabajo inferiores». En lugar de trabajar en una línea de montaje, muchos jóvenes chinos han optado por lo que se conoce en inglés como ‘lying flat’ (permanecer tumbados), una palabra de moda entre la juventud china que podría equivaler a la expresión española ‘vivir de la sopa boba’

Crisis demográfica y… de PIB potencial

Es un hecho bien conocido que China está experimentando una crisis demográfica, es decir, la población no solo está envejeciendo, también ha comenzado a disminuir. De manera preocupante, la tasa de fertilidad estimada de China ya ha caído a 1,1, tocando casi el suelo del ranking mundial. Lo peor es que todo hace indicar que este indicador seguirá reduciéndose, lo que lastrará el crecimiento potencial del país. Esta es una de las causas que está generando el curioso problema del mercado laboral chino: la falta de ‘curritos’.

China tiene el típico problema al que se enfrentan los países ‘ricos’ a medida que se adentran en una etapa avanzada dentro del propio mundo desarrollado. Cuando Corea del Sur o Japón comenzaron a tener estos problemas, se encontraban en un nivel de desarrollo bastante más adelantado. Que China sufra esta ‘enfermedad’ ahora pone en duda su capacidad para seguir creciendo con intensidad los próximos años.

Aunque se abandonó la política del hijo único, los problemas socioeconómicos arraigados, incluidos, entre otros muchos, el alto coste que supone criar a los niños en las zonas urbanas y la falta de viviendas asequibles, seguirán restringiendo la voluntad de las familias para tener hijos. Pocos jóvenes y muy cualificados. El resultado es que la población en edad de trabajar de China y la oferta laboral se reducirán en las próximas dos décadas, tanto en términos absolutos como en porcentaje de la población total.

El FMI advertía en uno de sus últimos informes sobre China que «con una fuerza laboral cada vez más reducida y rendimientos decrecientes de la inversión de capital, el crecimiento en los próximos años dependerá de impulsar el crecimiento decadente de la productividad. Sin reformas, actualmente estimamos que el crecimiento caerá por debajo del 4% en los próximos cinco años».

- Advertisement -spot_img
Must Read
Related News