La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, anunció ayer en el Discurso sobre el estado de la Unión un paquete de medidas extraordinario para la industria eólica, pero dejó en el aire las ayudas solicitadas por la fotovoltaica para hacer frente a la fuerte caída de los precios de los módulos solares.
Según explicó la patronal eólica europea, Wind Europe, los problemas actuales del sector podrían suponer la pérdida de la fabricación.
La UE y los Gobiernos han fijado objetivos de 420 GW de energía eólica para 2030. Pero la realidad de la industria eólica no refleja esta ambición. Y las dificultades de la cadena de suministro europea hacen que los fabricantes chinos de turbinas empiecen a ganar pedidos al ofrecer turbinas más baratas, normas menos estrictas y condiciones financieras poco convencionales. Por ese motivo, desde la asociación europea consideran que «existe un riesgo muy real de que la expansión de la energía eólica se haga en China, no en Europa».
El Paquete Europeo de Energía Eólica de la Comisión Europea debe permitir que la concesión de permisos sea rápida. Unos 80 GW de proyectos eólicos siguen atascados en procesos burocráticos en toda Europa. La UE ya ha introducido este año nuevas normas que contribuirán a agilizarlos pero se considera que los permisos deben ser lo más rápido posibles.
Las subastas también tienen que mejorar. Los Estados miembros han estado organizando subastas que minan la salud de la cadena de suministro. Algunos países obligan a los promotores a pagar por construir parques eólicos. Los costes de las llamadas ofertas negativas deben repercutirse en los consumidores o a una cadena de suministro que ya atraviesa dificultades. Otros países no han tenido en cuenta la inflación, lo que ha dado lugar a subastas insuficientemente suscritas.
Las subastas de la mayoría de los países se basan en gran medida en el precio, lo que ha conducido a una carrera a la baja. Esto puede evitarse, en opinión del sector, aplicando criterios de precalificación y no relacionados con el precio. Estos criterios podrían recompensar el valor social de la industria eólica europea.
Por otro lado, Walburga Hemetsberger, consejera delegada de SolarPower Europea, explicó ayer que «Ha sido bueno escuchar el compromiso de la Presidenta von der Leyen con la industria crítica hecha en Europa, y que Europa hará lo que sea necesario para mantener su ventaja competitiva.
Esta promesa debe traducirse en hechos. Los promotores de proyectos solares se enfrentan a vientos en contra impulsados por la inflación. Los fabricantes europeos de energía solar corren riesgo de quiebra. Tenemos la base de la Estrategia Solar de la UE. Tenemos la nueva Alianza Europea de la Industria Solar Fotovoltaica con el objetivo de deslocalizar 30 GW de fabricación solar en siete años. Europa apuesta por la energía solar para impulsar la transición energética. Eso significa que necesitamos una acción continuada y decisiva para apoyar las redes, acelerar la concesión de permisos, ampliar la mano de obra solar y abordar urgentemente la crisis actual en la cadena de suministro solar.»