El Consejo General de Economistas (CGE) ha abordado hoy en la primera sesión de los Encuentros sobre el empleo en España, la necesidad de modificar, con el apoyo de los agentes sociales, regulaciones de la reforma laboral. Para el asesor del Ministerio de Trabajo y Economía Social, José Manuel Lago, y el subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), José Ignacio Conde-Ruiz, uno de esos cambios debe girar entorno a los fijos discontinuos, para evitar que las empresas hagan un uso «no correcto» de este marco normativo.
En el acto, que se enmarca un año y medio después de la aprobación de la reforma laboral y ante la proximidad de los comicios del 23 de julio, el CGE, a través de su órgano especializado en laboral, denominado Economistas Asesores Laborales (EAL), han querido dar respuesta a la pregunta: ¿Cuáles han sido los principales efectos de la reforma laboral?
Sobre los fijos discontinuos, Lago también criticó a aquellos que hablan de una «manipulación» del conteo, escudándose en que la forma de medir los datos no ha cambiado desde 1985. Del mismo modo, indicó que el peso de este tipo de contratos solo supone el 5% del total de los trabajadores, mientras que el Instituto Nacional de Estadística (INE) reduce su peso al 3%.
«El BOE no puede cambiar el ciclo de la agricultura ni cuándo vienen los turistas alemanes. Lo que ha hecho la reforma laboral es permitir que las actividades económicas con períodos estacionales que trabajan en esas empresas, tengan un contrato indefinido con todos los derechos«, ha explicado Lago.
Por su parte, Conde-Ruíz ha dicho que se debe «restringir» el uso de los fijos discontinuos en el seno del diálogo social, porque si no se modifica, se estará «replicando» el comportamiento de estos contratos respecto a los antiguos contratos temporales.
Manuel Lago sí reconoció que hay «algunas empresas» que «pueden estar haciendo una utilización no correcta» de los contratos fijos discontinuos, por lo que afirmó que se debe impulsar una regulación en el ámbito del diálogo social junto a sindicatos y patronal.
Asentada sobre la de 2012
Por otro lado, el subdirector de Fedea ha agradecido que la reforma puesta en marcha por la responsable de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, se hiciese asentada sobre la base de la de 2012, «corrigiendo algunos desequilibrios», pero garantizando la flexibilidad interna y evitando tocar el precio del despido, que es «muy positivo».
«No se produjo una ruptura, sino una continuidad sobre las mejoras que se estaban produciendo en el mercado laboral», ha remarcado Conde-Ruiz; aunque ha explicado que no todo se debe a las bondades de la reforma, ya que ha habido un crecimiento del PIB del 5,5% durante los dos años en los que la reforma ha tenido vigor.