El Instituto de Estudios Económicos (IEE), think tank asociado a CEOE, ha analizado la subida de cotizaciones sociales que recoge la nueva reforma de pensiones. La orientación de los cambios legislativos lleva al sistema hacia un mayor esfuerzo en cotizaciones sin recortar el gasto. De hecho, tal y como calcula el IEE y los autores que han participado en la elaboración del informe, el desajuste a largo plazo dará lugar a un incremento del déficit de 2,3 puntos del PIB hasta 2050.
Este informe ha sido presentado este martes en rueda de prensa por el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, y el presidente del IEE, Íñigo Fernández de Mesa, quienes han alertado de que los ajustes que hace la reforma de pensiones a través de la subida de cotizaciones «perjudica la actividad, el empleo y la competitividad». En palabras de Gregorio Izquierdo, director general del Instituto, la cláusula de escape del Mecanismo de Equidad recalca que el Gobierno asume que el sistema es deficitario.
El sistema de pensiones español es deficitario desde 2012. Es decir, acumula más de una década gastando más de los que ingresa. Actualmente, el déficit es de 0,5 puntos del PIB si se excluye una parte de los denominados gastos impropios que asume el Estado mediante transferencias a la Seguridad Social. El déficit básico, antes de estas transferencias, será «elevado y rápidamente creciente durante las próximas décadas». A cambio, deberá ser cubierto con más ingresos generales o con deuda.
Los Presupuestos de 2022 recogen un traspaso del Estado a la Seguridad Social de 19.888 millones para asumir parte de ese déficit. Con las actuales medidas, calcula el IEE, el Estado debería transferir el equivalente al 4,3% del PIB. «Tal presión dejará poco margen para financiar un mayor gasto en casi cualquier cosa, incluyendo sanidad y dependencia, con necesidades rápidamente crecientes debido al rápido envejecimiento de la población», reflexionan. «La reforma es insuficiente. Lejos de corregir los desequilibrios, los agranda», ha denunciado el presidente del IEE.
Impuestos y empleo
José Emilio Boscá, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Valencia e investigador asociado de Fedea, criticó que el Gobierno disfrace de cotizaciones sociales los nuevos «impuestos al trabajo» creados tras la reforma, como así recoge el informe. Es el nuevo Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) y la cuota de solidaridad, que no generan derecho a pensión e irán destinadas a volver a llenar el prácticamente desierto Fondo de Reserva, la hucha de las pensiones.
Las dos grandes voces públicas autorizadas, el Banco de España y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), ya prevén modificaciones sobre el MEI –que grava el 0,6% del salario desde este 2023 y en 2029 será ya el doble- para cubrir el desvío esperado del gasto en pensiones. «Será necesario adoptar nuevas medidas a partir de 2025 para reforzar su sostenibilidad financiera», avanzaba el supervisor esta misma pasada semana.
Una vez desplegadas por completo las subidas de cotizaciones a través del citado MEI, la cuota de solidaridad y el progresivo aumento de la base máxima, desde el IEE calculan una reducción del 1% sobre las horas trabajadas, el equivalente a 190.000 empleos a tiempo completo entre los puestos de trabajo que se pierden y los que podrían dejarse de crear, según han explicado. Observando más indicadores, rebajaría 0,6 puntos el PIB por la caída del consumo o de la inversión empresarial que observan. Además, elevaría el salario bruto o coste total 0,6 puntos y recortaría un 2% el salario neto.
En la elaboración del informe han participado, además de Boscá: el director ejecutivo de Fedea, Ángel de la Fuente; el responsable de análisis económico de BBVA Research, Rafael Domenech; el experto en economía aplicada y colaborador de Fedea, Javier Ferri; el investigador y académico, José Enrique Devesa; el profesor de matemáticas para la economía y la empresa de la Universidad de Valencia, Robert Meneu; y el socio director de LoRIS, José Antonio Herce.
