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viernes, abril 19, 2024

La Fed hace cumbre con los tipos: la pregunta ahora es cuándo empezará a recortarlos

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La decisión de la Reserva Federal este miércoles de subir los tipos en 25 puntos básicos estaba bastante descontada, así como la idea de que esta sería la última alza del agresivo ciclo emprendido el año pasado (500 puntos básicos en 15 meses). El lenguaje del comunicado y las palabras del presidente, Jerome Powell, en rueda de prensa, apuntalaron esta idea. Aunque desde el banco central no se cierra definitivamente la puerta a otra subida más en junio, parece claro que el tipo terminal se va a quedar en el rango 5%-5,25%. La gran pregunta que se hace hoy todo el mundo es cuándo empezará la Fed a recortar los tipos ante el horizonte de deterioro para la economía, así como la temida contracción del crédito, acelerada por las últimas turbulencias bancarias.

El mercado descuenta ahora mismo unos 80 puntos básicos de recortes de tipos para final de año, lo que equivaldría a tres bajadas de 25 puntos en las tres últimas reuniones de 2023 (septiembre, noviembre y diciembre). De cara a la de enero de 2024, se apuesta por otro recorte de 25. Para la mayoría de analistas, estas expectativas son exageradas, si bien no todos coinciden en la que hasta la fecha era la idea base, tanto de los funcionarios de la Fed en sus previsiones trimestrales como del grueso de expertos: no habrá recortes en todo 2023.

«Powell señaló que aún es demasiado pronto para hablar de recortes de tipos. El IPC subyacente de los servicios, excluidos la vivienda y la sanidad, subió un 0,61% intermensual en marzo, mientras que el índice de costes laborales aumentó un 1,2% en el primer trimestre. La Fed aún se enfrenta al riesgo de que la inflación se estabilice en un nivel demasiado elevado, aunque las presiones salariales de los mercados laborales parecen estar suavizándose gradualmente. Por ahora, mantenemos nuestra opinión de que la Fed mantendrá los tipos sin cambios durante el resto del año», señalan Antti Ilvonen y Mohamad Al-Saraf, economistas de Danske Bank.

«La Fed eventualmente terminará con las alzascuando el daño a la economía se vuelva más evidente», advertían en uno de sus últimos análisis desde el brazo de investigación de BlackRock. Eso significa que «no habrá hecho lo suficiente para provocar la profunda recesión necesaria para lograr su meta de inflación».

«El hecho de que el mercado descuente repetidos recortes de tipos para los próximos meses sugiere que los inversores están subestimando la persistencia de la inflación y esperando que los bancos centrales vengan al rescate», opinaban los estrategas liderados por Jean Boivin. «Entendemos que una inflación persistente impedirá los recortes esperados de tipos en 2023». «No vemos que los principales bancos centrales vayan a salir al rescate con recortes de tipos este año, ya que la inflación sigue estancada», reforzaban en su análisis de esta semana.

David Kohl, economista jefe de Julius Baer, indica que «la inflación estadounidense está cayendo y el debilitamiento de la demanda acelerará este descenso en los próximos meses. El enfriamiento de la economía y del mercado laboral y el endurecimiento de las condiciones crediticias abogan por mantener sin cambios o reducir el rango objetivo de los fondos federales en los próximos meses». En su opinión, «el actual rango objetivo de los fondos federales representa una postura de política monetaria muy restrictiva que ralentizará el crecimiento económico en los próximos meses, sobre todo al frenar la creación de crédito. No esperamos más subidas de tipos este año y sí un recorte a finales de año».

«Junto con el impacto directo de la enorme subida de 500 puntos básicos del tipo de interés de los fondos federales durante el pasado año, esperamos que el endurecimiento de las condiciones crediticias provoque una desaceleración de la economía mucho más acusada en los próximos meses de lo que la Reserva Federal está permitiendo. Ante los indicios de que las condiciones del mercado laboral ya se están enfriando, esto debería contribuir a su vez a una caída de la inflación subyacente más rápida de lo previsto», ahonda Andrew Hunter, de Capital Economics.

«En general, seguimos pensando que la próxima medida de la Reserva Federal será un recorte de los tipos de interés a finales de este año, posiblemente ya en la reunión del FOMC de septiembre, y que los tipos acabarán retrocediendo de forma aún más acusada de lo que prevén los mercados», se atreve Hunter, más cercano a la tesis del mercado.

«El mercado está valorando actualmente la posibilidad de recortes de tipos ya en septiembre, pero dudamos de que la Reserva Federal responda con tanta rapidez, dado que es probable que la inflación siga rondando el 4% en ese momento, el doble del objetivo del 2%. No obstante, la Fed el doble mandato de maximizar el empleo y lograr una inflación del 2% a largo plazo. La optimización de la política para los dos objetivos de la Reserva Federal implica que no necesita ver que la inflación alcanza el 2% antes de recortar los tipos de interés si el desempleo está empezando a aumentar y confía en que la inflación se ralentizará», apunta el equipo de ING liderado por James Knightley.

En el banco holandés creen que la Fed esperará hasta el cuarto trimestre de este año para sacar la tijera, «pero acabará recortando los tipos de interés de forma más agresiva, al menos en las primeras fases». «Prevemos recortes de tipos de 50 puntos básicos en las reuniones de noviembre y diciembre, con lo que el tipo de los fondos de la Fed bajará al 3% a mediados de 2024», vaticinan. Su estimación para 2024 contempla entre 75 y 100 puntos básicos de recorte.

Históricamente, recuerdan Knightley y los suyos, la Fed no deja pasar mucho tiempo antes de recortar los tipos: en los últimos 50 años, el periodo medio de tiempo entre el último ciclo de subidas de tipos y el primer recorte ha sido de sólo seis meses. Esto implica que si mayo ha sido realmente la última subida de tipos en un ciclo típico, se debería esperar un recorte hacia noviembre.

Sin embargo, advierten desde ING, las actas de la reunión de marzo advertían de que «las recesiones históricas relacionadas con problemas de los mercados financieros tienden a ser más graves y persistentes que las recesiones medias». «Dadas las tensiones en el sector bancario y el rápido endurecimiento de las condiciones de préstamo, tememos que esto pueda ser el detonante de una dolorosa recesión económica», agregan. Esto abriría la puerta a un adelantamiento incluso en las bajadas de tipos.

«Los temores sobre el estancamiento del techo de la deuda estadounidense y la posibilidad de que los mercados financieros y el sistema sufran antes de que los políticos lleguen a un acuerdo para evitar el impago se suman a la sensación de que hay nubes oscuras sobre las perspectivas económicas que podrían hacer necesario un rápido cambio de postura de la Reserva Federal», resumen desde el banco naranja.

En su habitual newsletter de mercados, Alfonso Peccatiello, ex de ING, corrobora que la pregunta es cuánto durará la pausa de la Fed y también echa mano de la historia: «Los datos muestran cómo la pausa media de la Fed en el punto álgido del ciclo de subidas dura solo unos cinco meses y va seguida de ciclos de relajación bastante marcados. La dispersión en torno a la duración de estas pausas es grande: en los años 80 únicamente podíamos hacer una pausa de un mes, mientras que en 2000 o 2018 hicimos una pausa de 7-8 meses antes de ver recortes de la Fed. Ya en el verano de 2006, la pausa llegó a ser de 15 meses… y nos llevó a la Gran Crisis Financiera. Esta vez, el listón para que la Fed suba y baje los tipos de interés está muy alto».

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