El Consejo de Administración de Indra anunció en la mañana del martes la salida de su actual consejero delegado, Ignacio Mataix, que abandonará la empresa en cuanto se encuentre un sucesor para el cargo. Esta noticia sentó como un jarro de agua fría para la cotización del valor, que, con un retroceso del 7,18%, vivió su peor jornada en bolsa desde el pasado junio. En aquel entonces, su acción llegó a perder un 14,7% de su valor en tan solo un día.
Con este retroceso, la firma de defensa y tecnología reducía sus ganancias anuales hasta el 8,1%, frente al casi 18% que llegó a ganar tras marcar el 1 de marzo máximos del ejercicio en los 12,52 euros por acción y situar a su cotización en niveles de octubre de 2017.
Ocho de las casas de análisis que recoge Bloomberg reafirmaron en la jornada del martes sus posiciones sobre el valor, para el que el consenso de mercado recomienda la compra. Valorando su acción en los 14,05 euros que fijan de precio medio objetivo, el mercado ve un potencial para la cotización de Indra de casi el 22%. Con este precio, sus acciones recuperarían niveles de abril de 2014. El equipo de análisis de Grupo Santander es el más optimista con el valor, al estimar su acción en los 17 euros, que marcarían altos del 2008.
«Creemos que Indra está dando pasos para mejorar su imagen corporativa de gobernanza –el Gobierno posee la mayor participación sobre la firma, del 25,2%, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) – y sus beneficios obtenidos de un mayor gasto de defensa en la Unión Europea y en España», señala el equipo de análisis de JP Morgan, aunque apuntaban que «un entorno macro débil puede añadir presiones sobre la entrada de pedidos de la empresa en los próximos trimestres y por tanto en el crecimiento esperado para 2023».
Publicación de resultados
El pasado 28 de febrero, la compañía publicó sus resultados correspondientes al último trimestre de 2022 que sorprendieron al mercado. «Los resultados confirman la solidez los fundamentales de la compañía, que además se encuentra apoyados por el incremento del gasto en defensa de los países de la UE de cara a los próximos años», apuntaban los analistas de Bankinter. Desde Renta 4 añadían que las cuentas de la firma superaron «las previsiones del consenso a nivel operativo, con una deuda neta en mínimos de 10 años y una cartera de pedidos en máximos históricos que ofrece buena visibilidad para la generación de ingresos».
«Actualizamos nuestro modelo siguiendo los últimos resultados de Indra. Nuestras estimaciones quedan 1-4% más alto que antes, principalmente debido a los resultados positivos recientes, una actualización las perspectivas y el ajuste de los movimientos recientes en los tipos de cambio. Empujamos al alza nuestras estimaciones de rentabilidad del 2023 y 2024 en un 1-2% para reflejar el positivo desempeño y orientación informados con los resultados del año fiscal 22», apuntaban desde JP Morgan.
