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sábado, julio 27, 2024

La tensión en Gaza amenaza con rascar tres décimas al PIB global

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Los recientes ataques de Hamás a Israel y la posterior respuesta de este último país sobre Gaza, tras los atentados terroristas, tienen en vilo a la economía mundial, ya de por sí ralentizada a causa de otras las otras dos guerras: la de Ucrania y la «guerra fría comercial» entre EEUU y China.

Todavía no existe una previsión clara de lo que va a pasar con la economía mundial y los economistas plantean varios escenarios sobre cómo afectará la reciente escalada al crecimiento del PIB mundial, pero todos sostienen la misma tesis: «Hay que ver lo que pasa con los precios del petróleo». Y los analistas consultados ven factible que la cotización del crudo escale al entorno de los 120 dólares, lo que sería capaz de restar tres décimas al avance del PIB global.

Así lo anticipa el economista Javier Santacruz, quien insiste en que, para conocer las posibles consecuencias sobre el PIB de este conflicto armado «es fijarse en el efecto de los precios de la energía».

El experto argumenta que cada subida de diez dólares en el precio del petróleo «se lleva una décima del crecimiento global». Así que si los precios del petróleo avanzan (actualmente están en torno a los 89 dólares tras la subida producida por el conflicto) y llegan a los 100 por barril, el crecimiento de la economía mundial podría verse afectado entre una décima, como mínimo, hasta las tres décimas en el peor de los escenarios ya mencionado con el crudo en 120 dólares o por encima.

Si los precios del crudo llegan a los 100 dólares, la economía mundial se vería afectada en una décima, como mínimo

Esta tesis la sostiene también el economista jefe de mercados emergentes de Bloomberg Economics, Ziad Daoud: «El aumento de los precios del petróleo desacelerará el crecimiento global en un momento en el que la economía global ya está perdiendo fuelle».

Esto va a afectar a los costes de producción que hará que la inflación aumente «a medida que las empresas trasladen algunos de los costes adicionales», dijo Daoud. En sí, que el PIB mundial se vea afectado, en mayor o menor medida, por este conflicto «depende de la respuesta que dé Israel» ante estos ataques terroristas, aseguró.

La respuesta del Gobierno de Netanyahu es la de «abrir las puertas del infierno» en Gaza. Si dicha respuesta se establece en un nivel más amplio «podría hacer que los enfrentamientos se extiendan a sus vecinos de Siria y Líbano», asegura Daoud en su informe.

Por el momento, el Fondo Monetario Internacional mantiene su perspectiva económica del PIB mundial en una expansión del 3% para este año, lo que supone una desaceleración de medio punto con respecto al año anterior y para 2024 revisó una décima a la baja el crecimiento de la economía mundial hasta el 2,9%.

Pero el foco está puesto sobre el mayor enemigo de Israel en la región: Irán. Según los últimos reportes de seguridad, Israel sospecha que su vecino está detrás del ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre, que se llevó por delante a más de 1.000 vidas (entre los que se encontraban 700 israelíes y 300 personas de Palestina).

«Irán está involucrado, pero hay que hacer una distinción entre el aspecto estratégico y el aspecto operativo», aseguró el mayor general y exjefe de la Dirección de Inteligencia Militar del Ejército de Israel. Son una organización (por Hamás) «que cuenta con el apoyo de Irán pero no reciben órdenes de él», por lo que están investigando.

El ministro de Asuntos Estratégicos de Israel, Ron Dermer, dijo a Bloomberg Televisión que todavía «no queda claro» si pudieron haberlo hecho, pero dijo con total seguridad que ahora mismo Irán «está incorporando cada vez más grupos terroristas a esta lucha» y recalcó que Teherán es el «principal patrocinador de Hamás» proporcionando financiación, equipo y formación paramilitar.

Por el momento la calma se apodera del mercado, en general. El jefe de análisis de divisas de Monex Europe, Simon Harvey, aseguró que el consenso general es que «los efectos de este conflicto van a ser localizados» en el área de Israel.

En esta misma línea habló en el Financial Times el director de la consultora Pickering Energy Partners: «Lo miro y digo: el mercado está nervioso, no aterrorizado». Este experto calificó la crisis de «manejable» y recalcó que no es una crisis como la de los años 1970.

Los antecedentes también hablan. En la guerra de Yom Kipur (1973) el impacto fue mínimo en la infraestructura petrolera, aunque Arabia Saudí aprovechó la ayuda que Estados Unidos le proporcionó a Israel para debilitar a Washington en el mercado de petróleo acortando la producción.

Pero en esta ocasión, los saudíes se mantienen neutrales ante la escalada de violencia israelí hacia los palestinos y la coyuntura es totalmente diferente ya que no son todos los países árabes los que se enfrentan a Israel. Hay un contexto totalmente diferente que lleva a mantener más la calma.

Con todo, el mercado de crudo «se puede descontrolar relativamente de aquí a final de año», recalcó Javier Santacruz. Pero tanto él como otros expertos consultados coinciden en que la demanda de esta energía fósil ha cambiado con respecto al conflicto de 1970.

«El mercado de crudo se puede descontrolar relativamente de aquí a final de año», avisa Javier Santacruz

En aquella época el consumo estaba creciendo y hoy en día «ya hay muchas empresas que han derivado su consumo energético hacia otras fuentes de energía renovables», sobre todo desde el estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania. Aunque la demanda está en su pico más alto de 103 barriles por día, la curva se está desacelerando.

Pendientes de la inflación

El Fondo Monetario Internacional (FMI) también sostiene la tesis de que si el recrudecimiento de la guerra salta al resto de la región y se produce una escalada del conflicto entre Hamás e Israel eso afectará a la economía mundial en términos de crecimiento y de aumento de precios.

Preguntado en rueda de prensa por elEconomista.es, el director de Asuntos Fiscales de la entidad, Víctor Gaspar, dijo que la entidad no tiene previsto hacer ninguna revisión de las previsiones macroeconómicas publicadas esta misma semanas «por el momento», aseguró.

En cambio, la subdirectora gerente del organismo internacional, Gita Gopinath, alertó en una entrevista para Bloomberg TV que los modelos de la entidad indican que una subida del 10% de los precios del petróleo conduciría a una inflación que escalaría cuatro décimas en el transcurso de aquí a un año.

En cambio, desde Estados Unidos están transmitiendo algo más descafeinado con respecto al Fondo Monetario Internacional.

La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, aseguró en la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial en Marrakech, que «hasta ahora no hemos visto nada que sugiera que vaya a ser muy significativo» para la economía mundial. Aunque reiteró que están «monitoreando» el posible impacto económico.

Yellen mandó un mensaje más diplomático que económico en su intervención: «El Gobierno de Estados Unidos está centrado en los ciudadanos que se han visto afectados por estos ataques bárbaros contra Israel».

Estados Unidos ya ha reforzado su posición militar en el Mediterráneo para apoyar al país hebreo

El propio presidente de EEUU, Joe Biden, reafirmó su apoyo a Israel (fuerte aliado del país) en «todo lo que sea necesario». De hecho, Estados Unidos ya ha reforzado su posición militar en el Mediterráneo para brindar apoyo al país hebreo.

La marina estadounidense movilizó esta semana el portaaviones más grandes del mundo, el USS Gerald Ford y también está suministrando munición a las fuerzas armadas israelíes. Yellen recordó que por el momento «no se han tocado» los fondos de ayuda humanitaria a Palestina.

Tampoco lo harán desde la Unión Europea. Aunque en un principio anunciaron su retirada, el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, anunció que la UE no dejará de brindarles apoyo.

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