La recién aprobada Ley General de Facturación Electrónica viene a regular el sistema de facturación en el país. La Dirección General de Impuestos Internos (DGII) busca promover la transparencia en la administración tributaria agilizando los procesos e inversión de tiempo en generación y almacenamiento de facturas.
Así lo explica el presidente la Asociación Nacional de jóvenes Empresarios (ANJE), Jaime Senior, quien entiende que esto incentiva a la formalización, lo que influye en el combate de la evasión fiscal, ya que facilitará la “detección y el seguimiento de actividades irregulares”.
Según el calendario emitido por la DGII, los grandes contribuyentes nacionales tienen un plazo de 12 meses para emitir de manera obligatoria las facturas a partir de la entrada en vigor la ley, mientras que los grandes locales y medianos tienen 24 meses y los micro, pequeños y no calificados 36 meses.
¿Afectará a los emprendedores o dueños de negocios?
En República Dominicana existen casi 1.5 millones de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), las cuales representan el 98% del total de empresas. Estas generan más de 2 millones de empleos en la economía, lo que equivale al 54.4% de la población ocupada del mercado laboral, aportando un 38.6% del producto interno bruto (PIB), de acuerdo con un informe del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM).
Ahora bien, la vicepresidente de Voxel Caribe, Gina Lovatón, aclara que la puesta en marcha de la ley puede significar el inicio de una transformación digital en los pequeños negocios. “Había que tratar de manera manual esa factura, enviarla, sellarla, custodiarla y validarla”.
Sin embargo, indica que la desinformación pudiera ser un problema, debido a que pueden surgir dudas durante los procesos de emisión. En ese sentido, añade que es importante contar con capacitación, asesoramiento y soporte técnico para garantizar una transición “exitosa y sin contratiempos”.
Puntualiza, además, que para estar a la vanguardia y emitir las facturas electrónicas, el sector mipymes necesita contar con una infraestructura tecnológica adecuada, como conexión a internet estable, un software y un certificado digital.