Univision – En octubre de 1995, Hillary Clinton realizó un recorrido relámpago para fortalecer las relaciones entre Estados Unidos y algunas naciones de América Latina. Ese viaje, según reveló ella misma el pasado fin de semana en una entrevista, cambiaría la forma de vestir de la entonces primera dama para siempre.
Bill Clinton, presidente en ese momento, aseguró a principios de ese mes que su esposa había sido seleccionada para realizar el viaje de apenas cinco días de duración por su interés en los temas salud, educación, mujeres y niños. Los países del recorrido incluían Brasil, Chile, Nicaragua y Paraguay.
Un mes después de su regreso, Clinton recibió información sobre una campaña de publicidad que en Brasil estaba dando de qué hablar en la que ella, sin saberlo, era la protagonista.
“De pronto, la Casa Blanca recibe una alerta sobre estas vallas publicitarias que me muestran sentada con, pensé, las piernas juntas; pero, la forma en que fui fotografiada es un poco sugerente”, aseguró Hillary Clinton a la presentadora Norah O’Donnell de CBS Evening News en la entrevista.
La foto mostraba Clinton sentada vistiendo un traje con una falda y un atisbo de lo que podría ser su ropa interior.
Una empresa compró la imagen
La imagen causó sensación en Brasil y la empresa de lencería Duloren la adquirió para una campaña publicitaria.
El texto que acompañaba a la foto decía en portugués: «Señor Presidente de los Estados Unidos de América: Su Excelencia no puede imaginar lo que Duloren puede hacer”.
A continuación, en letra más pequeña, se leía: «Un homenaje a una de las mujeres más importantes de la década».
Aunque el anuncio estaba programado para ser publicado en fin de semana en revistas de circulación nacional, el periódico brasileño O Globo publicó una copia anticipada el día miércoles.
En ese momento, Lucille DiPalma, vocera de la embajada de EEUU, aseveró a la agencia de noticias AP que expresaban su “profunda preocupación al gobierno brasileño».
Disculpa pública
La agencia que creó el anuncio, Criacao da Contemporanea, dijo que no pretendía ser irrespetuoso.
Silvio Matos, director de la agencia, respondió entonces que “en este caso, queremos decir que a las mujeres atrevidas no les importa dejar ver su ropa interior”.
Pero a la exsecretaria de Estado y exsenadora de Estados Unidos sí le importaba, así lo reveló en la entrevista y dijo que su papel protagónico involuntario en ese anuncio la llevó “a quizás su mayor decisión de vestimenta: comenzó a usar trajes de pantalón”.
Durante los siguientes 27 años, Clinton ha seguido usando los pantalones, vinculando inextricablemente su imagen pública con el atuendo.
Desde entonces, Clinton y sus seguidores han aprovechado sus atuendos en distintos momentos, como ocurrió en la campaña presidencial de 2016 cuando se vendía en su sitio web una camiseta con un estampado de su clásico traje de vestir rojo, aunque en esta ocasión no se ofrecía ningún pantalón.
Además, una seguidora de Clinton, lanzó el grupo de Facebook ‘Pantsuit Nation’ como una forma de lograr que otros seguidores usaran trajes de pantalón cuando votaran en aquellos comicios.
En la entrevista del domingo, Clinton aludió a la decisión de no usar más faldas cuando ella comenzó a tener la experiencia de “tener fotógrafos (alrededor) todo el tiempo” que la seguían cuando subía y bajaba de escenarios.
La exsenadora concluyó diciendo que “simplemente no podía lidiar con eso. Así que comencé a usar pantalones”.
