La reelección de Daniel Ortega como presidente de Nicaragua sigue generando reacciones de rechazo en la región. Este miércoles, 40 exministros de Relaciones Exteriores latinoamericanos hicieron pública una carta en la que manifiestan su “profunda preocupación” por el proceso electoral en el país centroamericano, al que señalan de “ilegítimo” y “amañado”.
“Dicha votación no reunió las mínimas condiciones de integridad, ni cumplió con ninguno de los estándares internacionales que debe tener una elección presidencial. El gobierno, con su actuación, no solo ha contaminado el proceso electoral, sino que, en el ejercicio arbitrario del poder, ha ignorado los elementos esenciales de la democracia como la independencia de poderes, la libertad de expresión, la alternancia en el poder y el pluralismo político”, señalan los excancilleres en el documento que firman, entre otros, los exministros María Ángela Holguín, María Emma Mejía, Noemí Sanín y Rafael Pardo, de Colombia; Jorge Castañeda Gutman y Bernardo Sepúlveda, de México; Diego García Sayán, Eduardo Ferrero Costa y Eda Rivas, de Perú; José Miguel Insulza, Ignacio Walker y Alejandro Foxley, de Chile. El pronunciamiento también es respaldado por exfuncionarios de Panamá, Paraguay, Costa Rica, Bolivia y Uruguay.
Los excancilleres son enfáticos en señalar por qué Daniel Ortega violó con su reelección los principios establecidos en la Constitución de Nicaragua, la Carta Democrática Interamericana (CDI) y la Convención Americana sobre Derechos Humanos. “Este proceso electoral fraudulento empezó cuando Daniel Ortega logró una reelección en noviembre de 2011 en violación de la Constitución, forzando a la Corte Suprema y al Tribunal Electoral a alegar el inexistente derecho a una reelección indefinida como ‘derecho humano’ de Daniel Ortega”, destacan los firmantes, que también denuncian la “eliminación” de cualquier contrincante que podía suponer la derrota en las urnas para Ortega en las elecciones del pasado domingo.
“El Gobierno nicaragüense impuso una parodia de elección cuyos resultados se conocían de antemano y en el que 39 opositores al gobierno, incluyendo siete candidatos a la presidencia, fueron arbitrariamente arrestados. También fueron detenidos opositores, periodistas y empresarios. De igual manera, el gobierno eliminó a partidos rivales y criminalizó la disidencia en un proceso que empezó meses atrás. Las elecciones se realizaron sin observación electoral internacional independiente y sin participación de la oposición”, destacan en la carta, que se suma a los pronunciamientos que, incluso, desde antes del domingo advertían de una elección sin garantías y fuera de cualquier proceso realmente democrático.
“La farsa electoral del 7 de noviembre marca el afianzamiento de un régimen totalitario en Nicaragua”, señalan los excancilleres, que hacen un llamado para que, en el marco de la 51 Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que se realiza desde este miércoles hasta el 12 de noviembre, los cancilleres y jefes de delegación de la OEA convoquen a una Asamblea general extraordinaria para tomar acciones puntuales sobre lo que ocurre en Nicaragua.
Los exministros piden que se desconozca y condene el proceso electoral diseñado por el régimen de Daniel Ortega. “La OEA no puede reconocer este resultado electoral ni a las autoridades que surgen de esa votación amañada”, advierte. También piden que se exija al Gobierno de Nicaragua que se libere de forma inmediata a los 150 presos políticos y que, si el Ejecutivo de Ortega no está dispuesto a realizar nuevas elecciones libres, transparentes y justas, se considere suspender a Nicaragua de su derecho de participación en la OEA, conforme al artículo 21 de la Carta Democrática.
